Para mi estrella.
poema de Erasmo
Alguna vez te maldije,
estrella pizpireta,
y en mi intuición de alegrías,
no te pude divisar
entre el vidrio ajado
de lágrimas ajenas,
de lágrimas ajenas,
de lágrimas ajenas.
Y estabas tatuada
debajo de mi piel de soplamocos,
debajo de mi arrogancia pretendida
de realidad en medio de fantasías.
Ah...
y ahora escojo ser señuelo
de mis imprecaciones,
estrella mía,
estrella blanca,
de seis puntas perdidas.
Hoy haces las paces
con tu matrona luna,
y despiertas
en la mañana,
invisible para los tontos.
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Lindo con ese toque de nostalgia...Feliz día mi querido amigo, deseo todo bien para ti, un abrazo Alberto.