MUDA VOZ

Toca sus cuerdas, vaporosos hilos,
éxtasi melancólico o inefable latidos
que alteren mis pensamientos y deseos
de ser quien toque tu cuerpo ambarino.
No poseo arte leda que igualen
al músico ebrio de éxtasis nocturno,
ni del nardo meditabundo, ni del lirio
pacífico, de las margaritas pureza y
de las maravillas fuerza.
Solo tengo un alma llena de torpeza;
huerto mustio de coral, grietas de proeza,
partitura sin notas de un arpa rota
y la marisma no llega a ser raudal
que extasíen almas nimias al cantar.
De algodón y seda no son mis manos,
a carbón y tierra han labrado cántaros
en finas líneas sutiles delicadezas
contemplando aquellos ojos con tristeza
la muerte importuna de …
mi amiga de cuerdas con voz musical.