Así en el cielo como en la tierra

poema de Alastor

Todo el mundo conoce esos gusanos
Cuyo alimento constituye para nuestro bien
La putrefacción de nuestros cuerpos regios.
Gusanos, pasto de petirrojos, tortugas
Monos o peces globo.
Y todos ellos pasto de depredadores,
Y todos los depredadores pasto
De su propia agresividad.
¿Pasará igual con nuestras almas?
Porque no creo que nuestras almas
Nos pertenezcan directamente.
¿Quién soy yo para perdurar en mi alma
Eternamente vagando de dimensión en dimensión?
No me creo merecedor de tal privilegio,
Tampoco me satisface poseer siempre
Esta misma alma, ni este mismo cuerpo,
A través de la inexistencia del espacio-tiempo.
¿Se comerán también ciertas almas agusanadas
Las almas despedidas de todo pútrido cuerpo?
¿Serán esas almas agusanadas pasto
Para almas de tortugas, petirrojos,
Monos o peces globo?
Todo esto me invita a reflexionar seriamente…
¿Por qué tendría que ser el alma
Más importante que el vehículo?
¿De qué sirve un alma vagando
Por ahí, que se le depara?
Nada…
Podría estar constituida el alma
De átomos, como los de la materia.
Sin ser materia.
Podrían ser átomos diferentes,
De naturaleza muy diferente,
Podría mi alma al perecer mi espíritu
Mezclarse con otras almas
-Devorarse, o copular, o fusionarse-
Como bien hacen los átomos de la materia,
Y engendrar nuevas almas
Caídas, o subidas, a otros cuerpos.
Puestos a divagar,
Y tomando por cierto este planteamiento,
Sería interesante conocer
Las almas que antes de formar
Mi alma actual
Motorizaban un cuerpo,
No necesariamente humano,
Tal vez mi alma
Esté formada por almas
De petirrojos y tortugas
Abedules y amapolas
Gusanos de fuego y lombrices,
Y claro
Hombres bondadosos y
Hombres malvados…
¿Estamos hablando de vidas pasadas?
Lo que más me inquieta de todo esto
Aproximándonos al final…
Irán los “átomos” de mi alma
Descomponiéndose lentamente,
No de golpe y porrazo huyendo,
Sino como el cuerpo,
Como un árbol cada vez más marchito,
Perdiendo su vitalidad,
Irá desapareciendo mi alma lentamente
Como mi cuerpo
Siendo cada día menos YO,
En cuerpo
Y en alma.

Comentarios & Opiniones

Joelfortunato

Buena obra de gran simbolismo, que bien plantea la disociación ideo-emotiva con un especial nihilismo, hace gala de su destreza discursiva y de combinaciones intelectuales sutilmente elaboradas en una base que evoca crisis existencial. ¡ Aplausos !.

Critica: