RESPIRA PROFUNDAMENTE

RESPIRA PROFUNDAMENTE

Cuando la beses, solo bésala, cuando la acaricies, solo acaríciala,
cuando gustes el sabor de su piel, solo gusta el sabor de su piel,
tocándola, enamorándola, besándola, acariciándola,
tómalo con calma y respira profundamente.
Cuando mires su cuerpo, solo ve su cuerpo desnudo,
y cuando beses su boca, solo besa su boca, hazlo tiernamente.
Deja que aquellos instantes maravillosos se apoderen de ti,
piensa en ello, serenamente, no te distraigas,
son momentos de estremecimientos, de entrega total
y recuerda, el amor del bueno solo atrae cosas buenas.
Es una reingeniería social a tu favor, una fuente de amor verdadero,
el resultado se verá incrementando de manera espontánea y libre,
¡cuando le hagas el amor, solo hazle el amor!
Qué cada caricia sea más intensa y agradable,
y disfruta de ese momento, todo fluye, vuela hacia la luz.

Disfruta de su compañía, de tenerla a tu lado,
ámala sin condiciones, sin mirar atrás,
disfruta de su cariño, de su amistad y amala por ello,
y luego, posa tu lengua en la comisura de sus labios,
posa tu boca en todo su cuerpo y cuando la beses, solo bésala.
Cuando la enamores, solo enamórala y al abrazarla, hazlo con el alma,
cuando beses su boca, solo besa su boca, juega con sus labios,
hazlo con dulzura y deja que la belleza se apodere de ti…
Disfruta de su sencillez, disfruta de su realidad,
y vive cada instante como si fuese el último de tu vida.
El secreto de la felicidad es desarrollar ese lado íntimo, juntos,
y toca la puerta las veces que sea necesario,
vive el presente, es lo único que requieres para entrar en el cielo,
¡cuando le hagas el amor, solo hazle el amor!
A veces, un abrazo sincero expresa más emociones que mil palabras,
con el tiempo serás bendecido por el universo entero.

Encendamos una luz en lo alto y el amor asomará espontáneamente,
cuando tomes sus manos, solo toma sus manos,
cuando beses sus labios, solo besa sus labios,
es un regalo de Dios para tu boca.
Deja que el amor entre ti y se apodere de ti,
deja que los sentidos embriaguen tu mente y le hablen al oído,
le susurren lo que ella quiere escuchar,
le hablen de amor, y te hagan vivir momentos maravillosos,
disfruta de sus besos, de sus caricias ardientes, y hazla tuya,
hazla tuya hasta dejarla sin aliento.
Deja que el fuego ardiente que yace en tu interior, se exprese libremente,
sin ataduras ni prejuicios y con alas para volar alto.
Entonces y solo entonces,
la existencia empezará a ser un universo sosegado y placentero,
de pronto, todo empezará a tornarse amigable,
y te verás convertido en un generador de cosas buenas y agradables.
Qué cada soplo sea más intenso y delicioso,
sólo da gracias a Dios y siéntate a su lado.