Desorden y desconcierto de una mente dual

poema de Abel Mendoza

A veces no entiendo la totalidad de mi esencia,
miro fragmentos difusos de sensaciones pasar,
de un rincón a otro cruzar sin tener procedencia.
Las dudas surgen,
la seguridad llega,
y así mismo como llega se va;
nada es lo que parece,
todo es circunstancial.

Este ciclo de dualidades es agotador;
a la verdad, a veces desesperante,
con certeza agobiante;
para mi mente, un camino desolador.
Este ímprobo impulso que consume,
gasta sin reponer lo que se lleva por delante:
vitalidad, certeza y cordura rebosante;
roba, quita, provoca dolor.

Y al final solo queda la incertidumbre,
la pesadumbre,
el remanente de la tormenta,
el desorden,
el desconcierto,
lo que siempre me atormenta.