Conciencia y vida I

/// Enlatados, así es como estamos en este mundo.
Puede que a ti te haya tocado ser la conserva de arriba, vale,
pero no te equivoques, también estás en alguna lata,
rodeado de aglutinante, ciego de la luz verdadera,
siendo y haciendo lo mismo que el producto que te rodea. ///

CONCIENCIA Y VIDA

CAPÍTULO I

-El caldero-

En el concurso de esta vida, la que me ha tocado vivir irremediablemente, he visto muchísimas formas de vivir la vida, al igual que muchas formas de ser testigo. Porque claramente todos hacemos algo; hacemos esto y aquello en relación a lo que necesitamos, hacemos cosas también por satisfacer y satisfacernos, por complacer y complacernos, por ser detectados hacemos reclamos, también no hacemos nada, muy pocas veces; pero todo el tiempo somos testigos, todo el tiempo estamos interpretando y grabando en nuestras particulares memorias lo que pasa en nuestro entorno e interiormente, ya seamos o no conscientes. Entonces, ahora estás grabando este escrito y puede que dentro de un rato lo hayas olvidado, pero imagina que dentro de tu cerebro existe un hueco, un enorme agujero, inmenso embudo succionador que engulle todo lo que ves, sientes e interpretas y lo traslada a un lugar donde nada se pierde ni se olvida. Bueno, digamos que este escrito ya está a salvo en alguna parte, así mismo está a salvo todo lo que has visto y hecho esta mañana y tarde, lo que hiciste ayer y todo el tiempo desde que naciste, desde que abriste los ojos, incluso antes, mientras estabas en el vientre de tu madre. Imagina que hay un lugar donde todo eso flota en el aire. Este escrito está ahora mezclándose con todo lo demás, también con la declaración de independencia de alguna nación en un tiempo en que nada tiene que ver con este que ahora transcurre. Porque yo imagino ese lugar como uno sin tiempo, un lugar donde la vida es eterna, donde la conciencia es común, infinita y libre (libre de ti y de mí, y de todos los demás) y solo sirve al propósito de la creación primera. Particularmente me imagino a una entidad que hace un gran caldero con todo eso, mezclándolo todo con suavidad, añadiendo esto o aquello según sus gustos. Así pues, si este escrito es demasiado cargante, le añade solo una pizca, solo él decide lo que se queda en el caldero. Entonces imagino a esta entidad desechando tantísimo en estos momentos, tiene que estar cansadísima de desechar, porque imagino que es una entidad que busca crear algo exquisito, algo realmente digno de probar. Quizá haya desechado ya algunos calderos enteros; probando, probando, este no ha salido como esperaba, pues lo tiro al hueco de la nada, que se diluya en la masa oscura, ese inconmensurable espacio imposible de llenar. Puede que ahora mismo esté ladrando tu perro y te levantes y dejes de leer este escrito, porque has ido a ponerle comida en su cuenco; y de regreso recuerdas que no has puesto la lavadora y necesitas que la ropa esté limpia para la semana que entra, te ocupas de eso y ya no regresas. Todo eso va al caldero, o no, todo va a manos de la entidad que va añadiendo y desechando. La parte del escrito que no has leído también llega, pero con un filtro menos. Aunque nadie más lo lea llega allí a través de mi particular embudo. Entonces el producto de cada voluntad, lo que cada uno hace porque quiere, porque necesita o por inercia, además de lo que cada uno ve e interpreta va directamente al caldero a través del particular embudo succionador y a través de los embudos ajenos. Imagino a la entidad, que tiene un propósito concreto, valorando las voluntades, principal fuente del producto que le acaba llegando y que acaba en el caldero o acaba en la inmensidad del espacio. La imagino pensando: -vaya, como es posible que la voluntad del ser humano se haya trastornado tanto? Últimamente llega muy poco para el caldero. Parece ser que otra vez tendré que empezar de nuevo-. Porque imagino que su propósito es conseguir algo muy bueno, es decir, la mayor de las correcciones, el sublime bien, algo digno de ser probado, esencia de esencias, elixir sagrado. Imagino que tiene una despensa de exquisitas fragancias fruto de las diferentes evoluciones de las diferentes especies de las diferentes épocas de los diferentes mundos de las diferentes galaxias de los diferentes universos. ¿Se podría pensar que de este caldero salvará algunas cosas? ¿Qué sé yo: la declaración de derechos humanos? ¿Alguna constitución de alguna nación? ¿La esencia fruto de un abrazo de alguien a alguien en un momento dado? ¿Quizá algún acto aislado que diera lugar a un cambio sustancial en el entorno? Imagino un acto de alguien que se sacrifica, pues no creo que al caldero lleguen voluntades materialistas; los grandes castillos, los barcos, las casas, todo eso va al negro infinito, eso creo al menos, ya que imagino que se trata de una entidad sin ese tipo de necesidades, no creo que haya destinado una estantería para esas cosas. Le imagino mirando al caldero hablando a través de los embudos: -Os he creado con la intención de que emergiera una esencia, una que sea nueva, una que no haya en la estantería, pero últimamente sólo reportáis basura, muy pocas son las cosas que sirven. Al crearos os di mis herramientas: Libertad, Humildad y Amor; también os entregué un reflejo del Bien. Empezasteis más o menos de acuerdo con lo esperado. Después se torció un poquito, pero también era lo esperado. Entonces envié un poco más de mí, pero interpretáis mi esencia como algo que se debe consumir y no como algo que simplemente es dado y que no por dado es sólo para ti, sino algo que siempre existe, algo a lo que puedes acudir, pues no sé: cuando te pierdas, cuando necesites ser guiado. Pero cogéis mis herramientas y las destináis para aprovecharos de vuestro entorno y semejantes. Hacéis de la libertad un gueto de esclavos. En efecto, cuando tenéis la oportunidad de sentiros libres, de crear mi voluntad, inmensa, por cierto, es cuando volvéis a vuestras celdas diminutas, buscando resarcir deseos pequeñísimos, satisfaceros, efímera y vulgarmente con bocados de placer que sólo llenan mente y estómago, olvidando que existís, no sólo para satisfacer vuestros pequeños deseos, llenando de gozo vuestros cuerpos, resarciendo vuestras necesidades, sino también para satisfacerme a mí. ¿Por qué debería permitir que continuarais malgastando mi atención si sólo estáis satisfaciendo vuestra razón y vuestro cuerpo? Sin entregar nada a cambio, sin darme lo que quiero: el emerger de una esencia pura, nueva, fruto del caos. ¿Por qué no debería tirar el caldero al negro infinito? ¿Creéis que os he creado por nada? ¿Y de la humildad? ¿Qué hacéis con eso? ¿Acaso no estáis confundiendo su función? Si os di la libertad para que fuerais capaces de crear sin ataduras, para que me dierais un mundo nuevo, hecho desde la vida temporal para beneficio de esta parte que es vida eterna, imperecedera, ¿por qué me devolvéis cosas que aquí no perduran, que sólo sirven a vuestro tiempo? ¿No veis que al regresar aquí no tenéis nada? Nada de eso os sirve cuando estáis a mi lado. Y me miráis diciendo: ¿cómo íbamos a saberlo? ¿Pero acaso no estáis rodeados por mi esencia? ¿No me veis en la naturaleza? No veis la humildad en el árbol, en el río, en el viento, en una hoguera… La humildad es la forma en que debéis sacrificaros, nada tiene que ver con la pobreza, ni con vuestras normas. El árbol es así por algo, y el río, el viento, la hoguera… Ser humilde constituye la mayor de las riquezas, pues sabrás que lo que das es mil veces de vuelta, y no me refiero a que des un poco de lo que te sobra, hay que darlo todo, cómo el árbol, que no tiene piernas y te da su sombra, su fruto y su madera; como el río, que sólo sigue un recorrido, no puede escoger y aun así, alberga todo tipo de vida en su interior y contorno; como el viento, que por muy libre que parezca no tiene un instante de descanso; y que decir de la hoguera, que quema todo y a sí misma, resulta imprescindible y a la vez es quién más sufre, ¿te imaginas siendo el fuego? ¿Y tú que está ahí sentado, o sentada, leyendo este escrito sin hacer nada más, acaso crees que no te necesito? ¿Acaso crees que no necesito que te levantes y ames algo o a alguien? ¿Por qué crees que te doté con esa herramienta? Cuando amas a alguien el embudo se llena, es cuando recibo la mejor esencia, me refiero al amor de verdad, al reconocimiento en lo ajeno, al reconocimiento de lo ajeno en ti, a eso que haces cuando te entregas y sientes que no eres sólo tú, que no estás sólo en ti, que lo que en ti habita, también habita otros cuerpos, ese algo que al amar igualmente sientes en ti que en ellos. De ahí emerge la esencia que busco, el ingrediente que aglutina mi esencia, el alimento en esta parte. En efecto, lo que soy está hecho de amor, ese es mi alimento, estoy hecho del amor que emerge del cosmos. Pero en esta evolución casi todos os empeñáis en querer con la mente atendiendo a diversos intereses y lo que llega va directo a la basura, no sirve para nada. Con eso no quiero decir que no debéis quereros los unos a los otros conformando alianzas para así afrontar la vida unidos, comprometidos en causas que os faciliten las cosas, es claramente necesario, pero eso no excluye amaros plenamente. Os envié un reflejo del Bien, su testigo está por todas partes, no se trata de algo moral, la única moral es la humildad, el sacrificio, mejor dicho: el sacro-oficio, el Bien es la coherencia misma. Por tanto, no existe el mal, os lo habéis inventado para enlatar a vuestros semejantes, en vuestras culturas, en vuestras religiones absurdas, en vuestras leyes absurdas. Múltiples latas encapsulando la libertad, malinterpretando la humildad, inventando formas de amor que no son amor, especulando con el bien, añadiéndole el mal como consecuencia de justificar la atrocidad de querer asemejaros a esto que soy y que olvidáis cómo es realmente. Porque sí, así es, en efecto, tenéis en vosotros el todo, cada uno de vosotros contiene el universo entero y a mí también. Soy la fuente de vuestra esencia. La fuente de todas las esencias. Tan solo debéis parar, pararlo todo, detener el pensamiento, detener la acción y únicamente ser testigo, entonces, aunque sea brevemente, entonces sentiréis mi esencia, sentiréis la esencia de todo. En este momento el caldero recibe pocas esencias, es un momento crítico, por supuesto he de meditar si vale la pena-. En fin, eso es lo que imagino que esa entidad estaría queriéndonos decir desde la posición que ocupa, más si cabe si resulta ser cierto que ha sido quien ha creado la vida y la naturaleza, la luz, la inteligencia, en fin, todo, con el fin de conseguir algo verdaderamente maravilloso. Puede que nuestro testimonio, esa constante grabación que se filtra a través de los embudos succionadores acabe formando una esencia aun más superior que la que ahora existe en ese lugar que ya imagino como el más puro y hermoso de los lugares imaginables. No sé si es posible lograr razonar científicamente sobre cómo es ese lugar, esa entidad, los tres atributos que se nos entregaron con el fin de lograr el Bien por la parte que nos toca, ese Bien que se nos muestra en la naturaleza y universo cercano. Puede que sólo exista la posibilidad de imaginarlo, aunque no creo que resulte un desperdicio el procurar aproximarse a los límites del entendimiento lo suficiente como para aclarar la mayor parte de todo aquello que se aprecia desde aquí (de allí) y sí se puede afirmar como algo razonable y no confiarlo todo al dogmatismo que se imparte en los templos, según dicta la religión de turno, en la cultura de turno, encapsulado en la ley de turno, más o menos como si de las conservas en lata se estuviera tratando este asunto.

César C. Barrau
22-04-2024

Comentarios & Opiniones

Artífice de Sueños MARS rh

Muy interesante para reflrexionar
Ese caldero me hace recordar junto a los grupos de caminantes en Alemania, por el bosque, donde a medio día esperaban con una receta especial de la abuela, dígase:ideal für den Eintopf von Edelgeflügel und Gemüse in

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Safransauce mit Duftreis und Beilagensalat (ideal para el guisado con aves "de cacería" y verduras en salsa de azafrán con arroz aromático y ensalada). Entonces lo único enlatado era maíz amarillo mexicano. Naturalmente relación culinaria.
Saludo.

Critica: 
Xio

Y pensar que de verdad en esa lata en conserva de alguna forma estamos todos, no importa el lugar que ocupemos; igual nos llega la misma mezcla en este mundo convulso que nos ha tocado, un placer César, buena obra. abrazos cordiales, buen día.

Critica: 
La Dama Azul

Caballero, cuán grato reflexivo, introspectivo y profundo lo que vos comparte.
Para analizar y motivar a reconstruirse.

Reciba mis saludes cordiales.

Critica: 

Comenta & Vota