La canción

Hundida en cama de hospital,
los ojos cerrados,
y entre la niebla amarilla y que hace daño,
ella surge.
Una vez más, siempre, como un giradiscos
que alguien se olvidó de apagar,
un cinta sin fin, la senda que no destruyó
la ventolera.
Es la canción que me ponía triste,
que me hacía llorar tierna, emocionada,
una niña encerrada en su cuarto dibujando el mundo.
La canción que nunca me olvidó cuando los dejé a todos
y cambié una ciudad por otra,
mudé la piel y comencé de nuevo.
Comida por la enfermedad, me hundo cada hora
un poco más en el lecho donde estoy agonizando,
nunca sé si es de día o de noche,
si recibo visitas o el cuarto está absolutamente solo.
En el fondo de mi cabeza, (donde jamás yo me encontré)
sigue esta nana para toda una vida
y en los tiempos de muerte también:
"Tu muñeca se murió
y nadie llora junto a ti".

10/ 05/ 2013. Joanna Dufromont.
*Simona Costa es un seudónimo.