Vivimos en un periodo de transición

No vayas a ver ahora,
pero están cayendo bombas
directo a nuestros pies,
¿y qué haremos con ellas?,
preguntó tan extasiado
aquel niño camboyano,
sin llegar a augurarlo,
que había llegado su hora
de ver a quien lo ha creado.

Somos la generación
del informe y la inacción,
de linchamientos y escraches,
cancelaciones en Twitter;
de la excesiva ingesta
de datos que arman mil quistes,
que, a su vez, humidifican
tumor ayer relicario,
hoy, obsoleto cual Bíper.

Esta Tierra es algo rara,
que igual que mañana
palestinos morirán,
lo que hay en la otra cara
de esta moneda macabra:
en una mesa redonda
el ario cena filete,
¿el sirio?, mina antipersona.

El milenario millennial
solo ha heredado miserias,
solo ha podido lograr
llorar derramada leche,
ser limbo entre el boom y el zoom.
A pesar de todo, aún
llora madera caída,
que erosiona de roída.

No vayas a ver ahora,
pero están cayendo bombas
ahora sobre los blancos también.