Te pienso.

Concitando rayos de luz a mi alma bruna,
te encuentras en el ápice de mi ternura,
que furtivamente en albas lúgubres te reza
este corazón inane que te piensa.

El hálito de los frenesis atrapado en flores,
hacina la reminiscencia de nuestras pisadas,
que mientras camino los arboles gritan tus goces,
que en el ayer, tu muy fausta me amabas.

En esta luna garba se emancipa un estrépito
que se pierde en las notas graves de mis llantos,
famélico mi alma se expresa hacia tu nombre que habito,
pero fue ignorado estos brazos que te extraña tanto.

Que inherente lo efebo que fué nuestro adiós,
Pero más es inherente el nirvana en la que te pienso
que instiga las estrellas para reforzar el lienzo,
aunque sea recóndito pero sé que se dió.

Seré onírico y omnipresente pero trémulo,
que cada vez al escribirte, será en lo utópico
que cuando me necesites, estaré en el vinculo
que al unirnos temblaré al verte en lo ético.

Declaro que es el vigor de lo unido
que filantrópicamente me hace respirar,
te anhelo y extraño lo vivido,
ojala no me dejes de amar.