Esta es la triste balada

Esta es la triste balada
de un pretencioso cordero
que creyéndose carnero
quiso engañar al rebaño
y murió, comido por los lobos,
ante la indiferencia del pastor huraño.
Sintió que su orgullo se ofendía,
en la muerte maldijo la vida
y, mientras quemaban sus entrañas,
él sembraba en el mundo la herejía.
El ángel bueno y tierno
al que estoy encomendado,
mi ángel guardián,
mira sobre mi hombro lo que escribo
y mueve la cabeza, consternado.
Mi patria son los sueños,
las sombras de la duda mi cautiverio.
¡Cómo queman los pensamientos!

(Garabato 76)

Comentarios & Opiniones

Artífice de Sueños MARS

Interesante para reflexionar y opinar.
Un cordero de fábula contra el orden de la estricta obediencia.
De paso, un curso acelerado de primeros auxilios para el ángel y podrá ser más útil.
Cordial saludo y hasta siguiente publicación.

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