La hegemonía de la resaca

No pasa ni un solo día
sin que me mire con asco,
llevarme a cuestas
es un trabajo forzoso,
soy esclavo de mi,
de mi tiempo,
mi cadena es el pesar de los días,
y eso que vivo de puta madre.

Mis condolencias a mi andar errante,
pues no tengo guía
y tampoco nada que seguir,
estoy cansado,
me mantengo por supervivencia innata
y por mi madre.

No estoy sano y mi paz lo nota,
no me hacen falta antidepresivos,
tan solo salir a la calle,
darme un baño y huir,
tengo ganas de coger aire
y notar que no me ahogo.

Supongo que la resaca está
tras este ruin poema,
tengo que dejar de vivir a cuentagotas,
este vaso inunda mi camino