EL SIGNIFICADO DE UN ADIÓS
Entregado al colosal movimiento sosegado y lento de las nubes , los rayos de luz de un sol sin vida penetraron sus pupilas y su piel, en medio de la soledad, junto al abismo de un paisaje decadente, observó perder entre la inmensidad y el infinito horizonte, las esperanzas de impregnarse entre sus mieles y el perfume femenino de su cuerpo, aquel que lo condenó a un recuerdo inundando de desilusión. Inmóvil, atrapado por la oscuridad y el viento que borraba sus pasos en la tierra, sus movimientos, hasta los más imperceptibles se detenían. Sus ojos, cansados, recubiertos del polvo arrastrados por la brisa, se cerraban. Abrazado y abrigado por la niebla espesa de esa noche helada, pudo descansar, y el último pensamiento, antes de ser cautivo de sus sueños, fue el último encuentro de una despedida, vacía y desierta para ella, inolvidable y triste para él...
Comentarios & Opiniones
En esas noches frías, sucede lo que tenía que pasar, ni menos ni más.
Su obra es una invitación, al despligue de la imaginación.
Caballero, un gusto la lectura de vuestros claros textos.
Reciba cordiales saludos.
Muy buena obra, saludos.