Edad perfecta

“Edad perfecta”

Los cuarenta, en ellas, la edad perfecta.
No es el tiempo que pasa sino lo que pasa en ese tiempo.
No es el pasado dejado atrás sino el presente para disfrutar.
No son los años de la vida sino las experiencias vividas.
No son las caricias dividas sino las que se suman ahorita.
No son las arrugas de la piel sino el recuerdo del placer.
No son los besos suspendidos sino los aquellos recibidos.
No son las ganas olvidadas sino las que hoy encienden la llama.
No son las pasiones apagadas sino las crecientes ganas.
No son los deseos reprimidos sino los que sean cumplidos.
Nos son los amantes que pasaron sino él o los que están hogaño.
No es la fantasía incumplida sino la que suave aún excita.
No son los encuentros furtivos sino los ocultos en público.
No son los coitos del ayer fugaces sino los de hoy más actuales.
No es el amor perdido sino el que se encuentra entre latidos.
La edad perfecta, que comience en la piel la interminable fiesta.
En un día como hoy naciste al mundo,
en ese día la alegría tu frente ceñía,
la felicidad se convirtió en tu guía,
la perfección te hizo compañía,
al cielo una estrella lo cubría,
y Dios la llamó: MARÍA.