Autorretrato
poema de Raidbury
Soy yo,el de aquella mirada.
Aquellos,los tristes luceros
empeñados en huesos ciegos,
vacíos,que guardan la nada.
Aquel pantanoso aguacero
cañon de la agua salada,
estallando,en mí,con cansancio.
Aquellos hoyuelos lóbregos.
Aquella matanza anunciada
en la tierra de nadie y,por todos;
por todos los versos perdida.
Por el verbo,la guerra,mi cara.
Y aquella esperanza que aun brilla;
dormida esperanza en la barba.
Esperando crecer cual rubor,
calurosa como el alba.
Comentarios & Opiniones
Ay cuanta nostalgia, cuanto sentir y fuerza surge al leerte Diego...es todo un placer leerte. Tu pluma es una maravilla que disfruto mucho. Gracias
Un placer leerte, preciosa obra. Saludos
Muchas gracias Maria.Yo siempre agradezco tu interés y tu visita.Es un placer saber que te agradan mis versos.Un saludo.
Gracias por la visita Mac.De nuevoes un grato placer para mí.Saludos.