COLAR LA SANGRE CALIENTE
Me hace temblar el recuerdo de aquella noche húmeda,
donde tus dedos tocaron mi sexo y mis aullidos de licántropo emergieron de este bosque en verano.
Me abordas así, de repente con el recuerdo intrépido de tus dedos tocándome en secreto,
tirando los dados tan cerca del fuego,
de este juego perdido en el tiempo
en donde no juego más que a colar esta sangre caliente que me quema por dentro.
La luna que nos rastrea desde esa noche,
me encuentra mirando mirarte los dedos,
mirando como te juagas los labios
enjuagándolos con tu lengua y luego jugando a esconderlos.
Mientras te observo se me calienta la sangre y me pierdo en esta duda febril aún con deseo de tocarlos,
de que me beses la piel y que te bebas esta sangre caliente que yo ya no aguanto.
Y que de paso te comas la manzana prohibida
sin prohibir que me pesen tus besos,
guardándote un as bajo la manga
y hablando entre mis brumas de sueño y tus deseos de trago amargo
diciendo muy seria que no,
que no quiero esperarte
ni espero quererte,
ni quiero tu sangre caliente colada,
ni tus juegos,
ni que me cales los huesos,
ni que me encuentres
pero como?
si a donde volteo te encuentro...
y ¡YO YA NO PUEDO!
Comentarios & Opiniones
Aplaudo tu intensidad. Un poema apasionadamente emotivo.
Saludos, un gusto leerte.
Agradezco Pablo que te tomes el tiempo de leerme. Un abrazo!
¡Qué inspiración! Se siente ese fuego del trópico, no, la volcánica erupción abrazando a Pompeya y Herculado en el un conmovedor sacrifican de pasión.
Y así ocurre, esa magia que revelas:
"Y que de paso te comas la manzana prohibida"...
Total,
así es el gran arte de la vida.
Saludos y buen abrazo.
Y a seguir escribiendo con mucho gusto.
incendiando al mundo.
saludos.
Bellas letras e intensos sentidos se funden en tu mente, irradian pasión y extasis!! un placer de lectura en su género!!! te dejo estrellas y saludos poetisa!!
Seducción, hermosa que hace temblar el cuerpo. Mil estrellas.