El laberinto de las lamentaciones

poema de Dositeo

Duermo en el silencio de los inocentes,
duermo en la lujuria de mi propia mente,
recordando siempre que las iniquidades
no se pueden resolver
ni con la luz de los buenos
y peor con el grito de los indefensos.

Existir en este mundo
es simplemente actuar como un héroe
que trata de idealizar la realidad
como crónicas de una triste verdad.

Los cobardes se ahogan en el propio llanto
de un indefenso personaje,
que será olvidado por difamas y obscenidades.

La sangre juzga a la muerte
reclamando sus derechos
y exigiendo que la realidad
sólo sea un cuento.

¡Oh bendito Señor!
te pido que deshagas mis penurias
y le des sinfonía a mis repugnantes amarguras,
para poder estar tranquilo sin sentirme ambiguo,
desolado y muy deprimido
por el oscuro rostro de este laberinto.
Libera a las inocentes almas en pena
y conviértelas en golondrinas negras
para que divaguen en lóbregos valles
y no cometan atrocidades.

Me libero de mi angustia,
de mi arrogancia e ironía,
lucho por mis alegrías
reconquistando mis sueños;
sin perder la humildad
y sin olvidar la lealtad
me propongo a triunfar.

–Eres brillante–.
Frase inolvidable de un ser que ya no existe.

Los caminos son largos y llenos de desafíos,
caminos angostos, estrechos y dificultosos
que al cruzarlos hay que hacerlo con mucho brío,
fe, perseverancia y optimismo.
¡Odio este laberinto!

¡Ser un grande! Sólo son mis delirios,
un deseo admirable
que yace en el recoveco de mi conciencia
y me proyecta a un augurio
cuyo futuro es mi propio destino.

Cuidarse de una persona mordaz
es actuar con mucho tino
ya que en la vida siempre existirá un Caín y un Abel,
pues la envidia es un sentimiento antiguo.

Hoy es el fin de mis letargias
prolongadas por mi somnolencia,
hoy dejaron de perturbarme
las ondinas en mi cabeza,
el peligro ya no asecha
en el lago de mis flamantes ideas.

Es hermoso escuchar
como Orfeo tañe su lira
que al hacerlo observo un espectáculo;
las piedras caminan para escucharlo,
los ríos suspendían su curso para elogiarlo
pero el día de su trágica muerte
su cabeza cayó en la hendidura de una roca
originando un misterioso oráculo.

Vuelvo a perderme en mi inconsciencia,
¡Soledad! ¡Soledad! Eres tediosa,
tu presencia me perturba,
me enloquece, me atrofia.
Corro y corro en el laberinto de mis obsesiones,
¡no puede ser!, las fieras me persiguen,
el pánico me gobierna, todo es una encrucijada,
no encuentro la salida,
estoy en el laberinto de las lamentaciones.

Solitario, malherido por mis resentimientos encarnecidos,
yo mismo imagino a mis enemigos
por causa de una psicosis sin remedio;
el Leteo con sus aguas recorre mi cerebro
ahogándome en mi propio desespero
sin saber por qué la subversión distorsiona las leyes de los pueblos,
esto es algo inefable por el comportamiento de personas desagradables
quienes disfrazan su personalidad para aparentar
que en sus corazones exista bondad y verdaderos deseos de ayudar.

Mis inquietudes cavilan en esa verdad llena de mentira
que sólo es usada por conveniencias enmascaradas
con una farsante sonrisa de victoria y cambio.

¡Mentira! Miserables mentiras que a veces ya hostigan,
todo esto sólo trae conflictos, muertes escándalos
por absurdas ideologías que en vez de producir riquezas
atraen más a la pobreza y miseria.

¡El laberinto de la desesperación!
este lugar se encuentra en lo más profundo de mi corazón,
¡el laberinto de la desconfianza!
Donde la ley es la pura venganza
sin existir la esperanza
me refugio en mi hosca alma.

Comentarios & Opiniones

María del Rocío

Ay amigo que precioso escrito has hecho! Me gustó muchísimo, que las ninfas esperan a surgir en otro momento! Te abrazo!!!

Critica: 
Dositeo

Amiga María del Rocío, gracias por tu comentario. Saludos amigaaa..

Critica: 
Joelfortunato

Saludos cordiales. Su obra es bella, reflexiva, amplia, con notables preocupaciones sociales y humanísticas con un fondo ético sereno y responsable. Un gusto es leerlo. Reciba usted mi respeto y amistad. Siga publicando. Tenga feliz navidad y año nvo

Critica: