Mesalina
La lluvia fugaz mutilo la rutina del día a día.
El polvo del camino sonrojándose esparció la historia mal contada.
Los tacones mustios reflejaban el rostro cansado.
La tristeza palideció ante el rostro purpurino.
Inmolándose,
Las calles guardaron luto ante el andar desconfiado, vacilante,
Guardaron silencio: la esperanza, sueños constreñidos,
Guardaron silencio: ante el perturbador destino.
Andando,
Desgajando los pétalos en ciernes,
Las entrañas,
Llorando la decisión final.
Vivir o ser devorada,
Fieras salvajes al acecho,
Vacuo el pensamiento entrañable, desconfiado de lo que tenía que confiar y no confió.
Destino desdichado,
Pensamiento turbio de un mar sin fondo,
Sima tornándose, cima.
El alma huyo horrorizada ante tanta inmundicia,
Cansados los labios pidieron clemencia a la mente perturbada, imprecisa.
La locura se volvió cordura en el instante preciso de la desdicha eterna.
Comentarios & Opiniones
Las musas, traviesas andan presuroas y ofreciendo ideas. Un plácer serviles, mi entrañable saludo desde Cuba.
Saludos cordiales y Felicidades. Su obra es agradable, interesante, con un tema complejo manejado hábilmente dentro de un marco filosófico poético equilibrado con gran calidad expresiva. Reciba mi respeto y amistad.
Muy buena obra, un gusto de lectura. Saludos
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