Aprendiz.
Aprendiz
Al caer la tarde soy como un niño acurrucado a la espera de un beso.
En mi inocencia guardo paquetes con caricias y destellos, escondíendo prontamente un puñado de felicidad en el baúl de lo incierto, la alegría inefable.
Con mi mirada tímida no alcanzo seguir tu luz que me avasalla y me penetra en lo más hondo dónde acaso guarde mis sentimientos de amor para los días de luchas.
Olvidé los soldaditos de acero y me volví coleccionista de instantes felices.
Solo quisiera enseñarte los colores con que podríamos pintar el mundo.
Tomarte la mano para ver si tus rayas coinciden con las mías y sonreír una tarde entera inventandole absurdos apellidos a las nubes.
Permiteme que sueñe con casitas en el mar y un charquito completo de estrellas cómplices.
Cuantas veces más podría recordarme sellando caritas sonrientes en hojas amarillas, azules y perfumadas.
Cuantos días más volvería a repetir mañanas de rísas y abrazos completos dónde no hay de que preocuparse.
Pienso en días dónde el mundo es ideal, donde yo mismo puedo traspasarme para lograr todo aquello que anhelo, sostener un corazón y mantenerlo cargado y latiendo por esos asuntos que verdaderamente cuentan, cosas importantes como el quererse uno mismo y respetar al otro.
Alguna vez más viajaré fuera de mis limites para descubrir suelos multicolores que nos sostienen, la tierra que nos alimenta y el sonido de aves que nos muestran como es deleitarse cada segundo con canciones nuevas,y de cómo no tener miedo y trasladarse de un lugar a otro llamando a cada sitio y lugar, mi hogar.
Explorar el mundo haciendo a un lado el ruido nefasto de telediarios y discursos baratos de políticos de turno que de ninguna manera me representan.
Yo desde muy temprano decidí cargar algunos libros, y llenarme de alaridos de poetas vivos y muertos que le dan significado y significancia a esta pequeña y curiosa humanidad que me sobreviene, que me estira y empuja hacia caminos viejos y por de pronto nuevos.
Poder mirar el sol porque en cada atardecer veo una pequeña luz que ilumina al aprendiz que no se rinde y sigue incansable,inevitablemente le llegará su momento.
Que divertido es mezclar un millón de canciones en la mente, cantar bajito y suave cada rima.
Gritar y hacer algarabía por cada descubrimiento.
Que lindo que es vivir a cuenta de uno mismo estirando como propósito mejorar el lugar donde hemos recorrido y dándo el mayor esfuerzo posible por alcanzar y compartir con otros el ideal de un devenir mejor para los que llegarán después y que se sepan queridos y entiendan que cada paso que dimos fue pensando en ellos.
Comentarios & Opiniones
Saludo afectuoso. Lindo resultado.Me gusta ser aprendiz de algo, en esto podemos hacer equipo. Ahora trataremos de ser más integradores proyectando una visión con nosotros y el bien de la humanidad.Gracias por motivar.Cálido abrazo. Hasta otro poema.
Estoy golpeando tu puerta para disfrutar tu mundo en papel y lápiz saludos...
buen recorrido de letras, saludos y abrazos