Quiero

poema de Zúntala

Yo no quiero parecer sólo una carcajada y un par de abrazos
Quiero merecer algún cielo, algún nido en aquellas cumbres

Amanecer con la carga de hacer desayunos
Sopas, almuerzos
Coser alguna camisa rota
Y poder tocar el frío de la noche
La luz de la luna, la olla de té caliente.

Pero cada ración de mi espacio se interpone
Cada pared que derrumbo vuelve
Y el oírme los pasos en mis propios pasillos, duele

Quisiera, también, escapar a algún campo
Que la pradera me obligue, insistente, a respirar hondo.

Hay días que parezco mudo
O detenido allí, frente a tu puerta
Intentando entrar a otros sueños
Pero sin decir nada

Hay otros que golpeo fuerte
Pero mi estridente plegaria ni te inmuta
Y termino siempre culpándome
Retrayendo la intemperie de mis venas
Ocultándole el rostro a mis penas

Yo no quiero, lo juro,
El zumo agridulce de un soliloquio
Ni parecer frágil ante el mundo
Y miro tranquilo los días
Pues sé que pronto me espera un vacío rincón
En alguna gruta silvestre

Quiero aquella montaña antigua
O su escarpada caricia
El atardecer
O su arrebol de incierto fuego

Pedirte algo más sería demasiado
Rebosar la copa de mi adulación
Despegar mis instrumentos y notas
De todas sus propias cuerdas

Alguna ilusión plausible me nubla el juicio
Confirma mis secretos más internos
Se acerca el final de todo e insisto:

No parecer sólo una carcajada
Y un par de abrazos
Merecerlo todo, tomarlo
Porque he de desvanecerme pronto
O ya mismo.