Humareda Inquieta
Fuego, papel, humareda inquieta
Castigo y antojo al cuerpo,
El juicio a mi suspiro llegará pronto
Y lo espero...
Los primeros son dulces,
Lentos consuelos de humo
Y voy volando tan alto
Como aquellas almas ligeras
Se secan mis gritos,
Se distrae mi pena
Mi refugio es veneno
Y me arde el pecho
Parezco una chimenea antigua
Consuelo de tantos inviernos,
Blanca canción de olor quemado
Rápida danza de los días
Me arrepiento pronto
Pero no me importa
Mi santuario, piel,
Se quema también.
Los últimos son lastres
Pesado deber por terminar
Por respirar el aire
Que todo el mundo tiene
¿Unos más?
Mi pesada carga no se ha ido
Me espera al filo del humo,
De un lado de la caja vacía
Fuego, papel, humareda inquieta
Incendio mi horror, mis cuerdas,
Y enfrío, poco a poco
La sed de mis adentros
Comentarios & Opiniones
Un paseo por las tinieblas del alma que recreas con detalles que me hacen leer tu poema dos veces. Un auténtico placer! saludos!
Un gusto pasar,tus letras profundas y reflexivas beso.