No title

No title

Siempre miro las estrellas de lejos,
A veces, ellas me envian un destello,
Al observarlas, la curiosidad entra en mi cuerpo
Revolviendo mis deseos ya añejos.

Casí siempre he perdido en mi vida,
Me he batido, he luchado, pero siempre queda una espina,
No es normal que el destino me deprave,
A abandonar todo lo que me ame.

Perdí el amor anhelado dos veces,
Lo más curioso es luchar tanto y quedar solo por pequeñeses,
Supongo que cupido no toco la puerta
De mi alma, y me resigno a hundirme con letras.

Quizás estas palabras son las más personales,
Soy un perdedor por no seguir las señales,
Que me daba el cosmos, sin saber que no se repitiría,
Los momentos felices de aquellos días.

Y es que la gente cambia, como cambia la luna,
Dando paso al sol, colmando la tierra de blancura,
Así lo siento, pense haber encontrado aquella que con mi ser coincidía,
Pero paso el tiempo y ahora es una completa desconocida.

El tiempo vuela, pasa rápido como un chasquido,
Quizás volver a atras es mejor que el olvido,
La soledad es una dura maestra pero te enseña,
Que el mundo es más grande de lo que sueñas.

Han pasado años y sigo deprimido,
Pues el primer amor siempre crea un conflicto,
Entre lo más maduro o lo más feliz,
Pero siempre es bueno cortar el problema de raíz.

Ya he decidido,
Mandar este sentimiento al olvido,
No hay de otra, hubíera sido un final de cuento,
Pero la vida no se limita en esos inventos.

Ahora, la resignación no me encuentra,
Volver al pasado no es mi meta,
Las oportunidades no dejarán que me comprometa,
Sigo vivo, y mientras lo esté, repararé esta grieta.

-Zad