La ironía de la felicidad y la preocupación excesiva

La rueda del destino es misteriosa,
Siempre apunta donde menos lo esperas,
Como un trueno, alcanza a todas las cosas,
Tan fulminante como el hechizo de una hechicera.

El futuro abruma y preocupa a cualquiera,
El miedo consume al individuo como las llamas a una vela,
Pero esta siempre se derrite cuando hay luz,
Temer también puede denominarse una actitud.

Es entendible preocuparse por lo insólito de la vida,
Nada tiene sentido y todo lo tiene a la vez,
Todo sana pero ahi sigue la herida,
Hasta que el destino te cambia la vida como si fuera un juez.

El amor es una de las variables que más atormentan,
No es fácil vivir por alguien más en un mundo de caretas,
Pero el pensamiento negativo no nos debe alejar de la experiencia,
Después de todo, el amor es lo que nos hace humanos según la evidencia.

Pero el destino no es tan impredecible como crees,
Hay una ruta marcada por nuestra madurez,
Las experiencias propias y ajenas modifican la conducta,
Y te guían a esas decisiones que determinan la vida adulta.

Es impensable no pensar en el futuro,
Pero no hay que detenerse por un pensamiento repetitivo,
No vivimos de ellos y mucho menos del delirio,
Debemos perdonarnos a nosotros mismos y no ser tan restrictivos.

La única verdad que encuentro entre tantas mentiras,
Es que la vida es una sola y es una ironía,
Morimos por crecer y disfrutar después de una cómoda vida,
Pero crecemos muriendo, llegando al final con la felicidad desvanecida.