Mi voz en tinta

No tengo el olfato de una bestia
que a metros de distancia, como prediciendo,
sabe donde estás.

No sé donde estarás.
porque tengo ceguera que nubla la vista,
que confunde,
no puedo tus ojos mirar.

No he tocado tu rostro
pues mis manos fueron mutiladas,
no logro sentir tu roce entre mis dedos.

NO he oído jamás tus palabras,
aun cuando guardo silencio,
aun cuando sé que me hablas.

No han salido palabras de mi boca
como para poder saborear,
ni pregono con mi canto
como voz de ángel.

no tengo mis sentidos,
ni siquiera tengo voz,
no audible como quien pronuncia frases.

No he anunciado los mensajes
pues el silencio se ha apoderado de mi,
como quien se apodera de un territorio que jamás fue gobernado.
Me ha enmudecido.

Puedo no tener lo que no tengo
y con esto de la mano el no expresarme,
como quien está retraído.

Pero aun lo que tengo es lo que amo,
lo que me impulsa a seguir,
así aun acabado.

Tengo un sentimiento que plasmado
en un papel forma versos,
una voz creadora en el alma
cual sinfonía mezclada en prosa.

Tengo lo que soy llena de sentires
que declama el pensamiento
acompañado de pasión y entendimiento.

Tengo los castillos fortalecidos en mi pecho
cuyas siluetas forman verdades en mi interior,
que se mueven,
que están completas en mí como deidad.

Sentada en mi mente recuerdos colmados de ti,
sensitivos,
rebosantes de un éxtasis.

Tengo la tinta de un lápiz que es mi sangre,
trazando palabras
de una voz apagada que nunca existió.

La pluma dispuesta a plasmar
con su tinta colores de acuarela
que en mí tal vez están confusos.

Expresión libertadora de amarguras,
de tristezas,
que acompañadas en llanto empapan una hoja
que se lleva los secretos
de lo que soy, de lo que siento,
de lo que doy.

Formula mágica que hallé para renacer,
para darle un nuevo sentido
a lo que no fui capaz de decir ayer.