Perfume de viento

Vuestro sentir es un torbellino en mi mente;
tenéis el don de hacerme pluma en el agua;
sois todo cuanto anhela
esta vida mía de infortunios y quimeras.
En vuestras manos de antorcha olímpica
postro mi dicha diaria;
sin vuestro respiro
el alma no pernocta en mi pecho;
tomad todo cuanto queráis
y hacedme un cofre para vuestro aliento.
Estoy en estas calles de rosas marchitas
solo para quereros;
no temáis de mis grises ojos
que el cielo confunde con cristales de lluvia
y relámpagos zafiros.
Un collar llevo en el pecho
con vuestro perfume de viento.
Añoro cuando el día osa llegar
en balancines de luces y aromas de azares
que me recuerda vuestro nombre.