A Rubén Darío

poema de El Caminante

De este rincón doliente, tedio y fatiga,
te hago llegar mi salmo enardecido:
¡tu pose elegante, indócil y sumida
en un interminable génesis tranquilo!

Tu mano al Ideal ninguna otra alma guía,
sólo es tu inspiración la magia de estar vivo;
bien vuela en el Parnaso tu Idea cristalina
pero, maestro, aquí ya no hablan los mirlos,
los cisnes indolentes, de hastío se marchitan.
Quedó la selva extraña, asaz fúnebre el latido.

Poesía es Tiempo y Genio, poeta y lira,
atento siempre al Imposible, gran Darío,
escribano del orbe, guerrero de las Indias,
pagaste a Caronte con mil alejandrinos.
El resto fue tu aura, la miel de tu sonrisa.

¿Hallaste a Max Estrella? ¿Está el Marqués contigo?
Sería una admirable triada elegíaca,
un bello carnaval, ceremonioso, pensativo...
mientras por dentro se recrean las orgías,
los cánticos, los lloros, los mundos intranquilos;
pausadas filosofías,
rebullir de enjambres, ¡miel de Darío!

Comentarios & Opiniones

María del Rocío

El estimado y grande nicaragüense estará feliz de tan merecida oda, todos te lo agradecemos en su nombre! Nobleza en letras to un bello homenaje! Saludos

Critica: 
María del Rocío

Todo**

Critica: 
Mac1965

Que oda!!!, nació de tu inspirada pluma. Me gusto. Saludos cordiales

Critica: 
Antranik Manoukian

Salve mil veces! Me encantó, a mí, un vasallo del gran vate nicaragüense... Sepa que lo sigo. Saludos cordiales y espero sea mutua la amistad.

Critica: