Cesará

Dormirá el deseo,
caerá la lluvia,
cesará,
cesará mi amor...

Un amanecer.
Un frío amanecer.
Tu espacio tan vacío junto a mí,
solo inunda esta efímera extensión de soledad.
Se llama soledad.
Este lugar inerte y deshabitado está vacante y hace frio.
¡Es enorme y hace frío!

Fluyó el río al mar
y la noche le robó horas al sol.
Llegó el otoño, luego el invierno y
no importa.
Nada importa.
Tú no estás.

Se durmió el deseo,
¿Se durmió mi amor?
¿O solo la vida sigue,
o solo avanzo yo?

Cesará la lluvia,
llegará el sol,
las mañanas ya no serán tan frías;
las mañanas...
Cómo extraño esas mañanas.

No puedo seguir,
termina tú este poema mi amor.
Terminaste con todo,
solo falta cerrar la lápida y esa,
esa la has de cerrar tú,
tu mi amor...