Querido estudiante, no te pude ayudar

poema de Waldy

Llega este estudiante buscando la oficina del consejero de su escuela. Al entrar, se queda un momento callado mirando hacia el suelo. El consejero le dice, en que te puedo ayudar_ El estudiante le dice con voz baja, es que quiero hablar contigo. El consejero le dice, siéntate, aquí estoy para lo que me necesites, dime en que te puedo ayudar. Comienza el joven a expresar comenzando a decirle Míster, a lo que fue interrumpido por el consejero diciéndole me puedes llamar por mi nombre, solo espero ser para ti un amigo. Yo no tengo amigos, le riposto, vine aquí porque escucho a otros decir eso de ti, que eres buena gente. Gracias le dice el consejero, sigue hablando que te escucho. Comienza su dialogo, que se convirtió en ese momento en un monologo. Mire, yo no conocí a mi papa. Mi mama ha tenido muchos amigos que me han dado y han hecho otras cosas. Cuando tenía como 4 años me separaron de mi mama y a mis hermanitos. Cada cual por distintas casas. Me he colgado varias veces en distintos grados. Este año también me voy a colgar. La persona que está a cargo de mi me quiere entregar. Todos me han hecho lo mismo. Los maestros siempre me reganan porque no hago las asignaciones y tampoco los trabajos. Hay una maestra que es cristiana y me dijo que me pusiera a orar, que vería como se me resolverían los problemas. Ore y ore, no sé si Dios me escucha o también me dejo solo. La maestra me decía que tenía que amar a mis padres, pero ella no sabe que nunca conocí a mi papa y que mi mama abusaba de mi y dejaba que abusara el amigo que estuviera con ella en ese momento y que por eso no se de mis hermanitos. Ella no sabe y tengo miedo de decirle porque una vez le dije a una maestra lo que me pasaba y eso fue peor. Me cambiaron del hogar que estaba y cada día que me cambian las cosas son más malas. Le cuento esto pero espero que no se lo digas a nadie. No tengo amigos, se han burlado siempre de mí porque soy feo, sucio, puerco y me dan en el patio. En todas las escuelas que he ido, siempre ha sido lo mismo. No sé porque vine aquí a decirle esas cosas, pero yo hubiera preferido nunca haber nacido.
Aquí comenzó a llorar el estudiante al igual que el consejero que no pudo aguantar más esa narrativa de tanto dolor. El estudiante lo miro y al verlo llorar le dijo porque estaba llorando. El consejero le dije, porque yo también he sufrido) no encontraba una razón lógica para decirle que lloraba por él, ya que eso no es recomendable en un proceso de consejería). Hubo un silencio entre ambos, secándose los ojos cada uno de ellos. Luego, el consejero se levanto llegando hasta el dándole un abrazo y diciéndole Aquí tienes un amigo por siempre. No tengo soluciones a los problemas pero te doy mi cariño y amor. Puedes venir cuantas veces quiera que no me molesta. Voy a ver cómo puedo ayudarte. El estudiante se fue dándole las gracias con una sonrisa.
Para el consejero fue un relato demasiado de fuerte. Muchos sentimientos encontrados, muchas preguntas sin respuesta y sintiéndole totalmente inhabilitado para poder cambiarle el rumbo de la vida de este niño que tanto había sufrido hasta ese momento y sin un norte. Con una percepción de vida que hasta Dios lo había abandonado. Eso hacía que el consejero llegara a la conclusión que a veces queremos ayudar a alguien pero lo hacemos en una forma inadecuada. Se piensa en las experiencias de uno vividas sin entender que son las de uno. Usar argumentos religiosos a veces es contraproducente, son niños sin el poder de dirigir su vida, sin tener el control, otros la controlan.
Poco tiempo después, la persona que lo tenía en su hogar decidió entregar al niño al departamento de la familia. El consejero no volvió a saber de el por un buen tiempo. Al pasar el tiempo se entera que el joven había sido asesinado. Ese consejero soy yo. Recordare esta lección de vida por siempre. Me pregunto, que pude haber hecho que no hice?.Que es peor, estar en un hogar disfuncional o que el gobierno se haga cargo de estos niños? No sé, pero veo cada día como abusan de estos niños, veo como nos quejamos de la juventud, veo a los religiosos poniendo dedos , veo la falta de sensibilidad que hay en la sociedad, mientras tanto, estos niños que no pueden defenderse de los adultos son juzgados por ellos, tomando decisiones sin contar con ellos. Se me rompe en pedazos el alma al ver que no tengo el poder de hacer algo por ellos. Solo con escritos como este, escribir en los medios cibernéticos, no sé, solo me queda pedirle a ese mismo Dios que me ayude a poder aportar algo para de alguna manera ayude a los niños que pueda.

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Waldemar Rivera Marrero (Ohsito)

Comentarios & Opiniones

JOSE FLANDEZ

Buen trabajo en prosa. Me emociono la historia. Un cordial saludo.

Critica: 
Waldy

Gracias Jose. Es una experiencia propia y dolorosa...

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