Desnudez

Me desnudé en tu cara
quite la armadura, la puse en el suelo.
Y sin armas procedí a querer a entrar a un lugar impenetrable.
Me tope con la pared y aunque insistí en derribarla no pude.
Solo logré destruir lo que quedaba entre nosotros.
Creí que podía querer, me equivoque.
Quise plantar flores en la tierra infertil y terminé tirando todas mis semillas.
La armadura ahora tiene un arma más
y ya no queda más que el frío silencio, la indiferencia y el desconsuelo.