RECORDARTE

No te has ido a ningún lado
estas en cada rincón de mi memoria.
Tu generosa sonrisa, el gran amor
de tu vida, tu zingara.
Al final, de su mano
trenzando el último recodo
del cruel y espinoso camino,
juntos fueron una sola sombra.
No permitió la vida dejar
que este astro brillara.
Deja que te llore mi niño
adorado.
Deja que dibuje en mi espacio
esa tu risa.
No pudo la luna, dejar al lucero
y en un sortilegio, mi Dios,
que es tan grande,
te convirtió en un ángel.

Victoria Liberona Alvear.

Comentarios & Opiniones

Yan

Tristes y bellos versos mi querida amiga. Un placer leerte. Besos.

Critica: