DE TARDE Y AMANECIDA

Espera el niño que ama sin ser nunca amado
se enamo del oro de sus rizos y no conto que era un niño
amor no lo dejes huerfano en su caminar de niño
planta una ilusión cualquiera que lo haga olvidar
lo que no debe amar.

Ella sin culpa se esmera lo acaricia desordena su melena
y el cree que es amor no sabe el ruiseñor
lloro su pena de niño yo me enamore de un ave que robo el corazón
y luego de tantas promesa me dejo sin pena ni dolor.

Niño no es el amor que esperas es solo una ilusión y ella te ama
como ama a su hermano, no de mala desnudo su fino cuerpo
y te dejo así preguntandole al tiempo si era niño o hombre
y en esa confusión perdió la sutil inocencia...y hoy ya es un hombre mayor.

Victoria Liberona Alvear.