DE NOMBRE HAMBRE

Nació en un callejón
malholiente y la que la parió,
la vende, sus manos no tenían
cinco años y lavo en el barro,
en el frío, en la misería.

"La madre" ya bien tomada
le daba aguardiente con azúcar.
El sueño le alcanzaba y los sabañones
herían con saña sus dedos deformes.

De nueve, con cuerpo de mujer
traza en su mente, su sino.
Cazaba con soltura el dinero,
las drogas, el libertinaje y ya
tenía veinte

De treinta, era un despojo,
enferma, sin nada que vender
más que los huesos.
De día robaba "por hambre" de noche
en un callejón tosía.

Murió a los cuarenta y parecía
de unos ochenta, el mismo callejón
que oyo su primer llanto...
La despidio con el grito de" nombre,
hambre" y de dolor.

Comentarios & Opiniones

EPEV-Poerrante

una realidad aplastante, una denuncia.

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