Allí

Porque no había encontrado gracia en otra cosa que no sean tus profundos ojos que intentaban esconderse.
Ni las ganas de querer perderme con alguien a partir de sentir tus manos tomando las mías.
Fue en tus labios tan cercanos en los que refugié mi vista para el consuelo de mis penas.
Y en tus cabellos finos siendo acariciados por mis manos en los que supe que el arte lo vivimos a diario.
En aquella prosa maravillosa que escribes supe que existe la piedad y la humanidad en el mundo.
Fue en nuestros cuerpos unidos en los que supe que el amor es complejo y sencillo al mismo tiempo.
Fue en tu luz que acaba con la oscuridad de mi alma donde ví que las maravillas solemos tenerlas de frente y no lo vemos.
Fue en tus brazos y en tu pecho donde supe que tenemos un lugar en el que encajamos perfectamente.