PIEL Y ALMA.

PIEL Y ALMA.

Abracé la madrugada,
para no ver amanecer,
tú a mi cuerpo pegada
yo rebosando placer.

No quería alborada,
que despertara al día,
tú querías ser amada,
yo quería fueras mía.

Y tu cuerpo apetecía,
la caricia tan lasciva,
tu beso fuego encendía,
el humedal de mi saliva.

¡Sublime intimidad!
Tu dermis se erizaba
y a mí me extasiaba,
tu jadeante ansiedad.

Fuimos yesca y brasa,
de un fuego sin final
y un clímax que abrasa,
una entrega angelical.

Y abracé la madrugada,
que la noche ya pintaba,
tú a mi cuerpo abrazada.
….
Yo piel y alma te besaba.

Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Diciembre 31 del 2020.

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