Poema de Contemplación

Un poema de contemplación recorra la vida
La vida de uno mismo
La vida de los quienes, los algos, los aquellos
Donde uno básicamente estuvo
Es hermoso conjugar el ser y el estar con los recuerdos
Como la salida del sol, iluminen las nostalgias, la ternura y a veces el temor
No tiene sentido la vida y no hay razón para que la tenga
Dentro de la vida el sentido es una pequeña partícula
Y no es el sentido más que el oxigeno ni más que tú
Tú, niña y niño
Que juegas a mundos más grandes
Y que luego pierdes por un mundo sin límites, vaya diferencia
Donde solo te limita tu mirada, tu andar, tu posibilidad

No deja de ser bello recorrer la vida en un poema de contemplación
Enfrentando el mal y la crueldad de su acorde
Esa música que no basta con evadirla y no escucharla
Porque más parece un tsunami que no se puede detener
Y aún, miras hacia las estrellas con los pies en la tierra
¿Será de ahí que nacen los sueños?
De la tierra al cielo, pasando por el latir del corazón

No tengo mucho que decir
Esperaba soltar palabras y sensaciones
Más no puedo evitar que tenga un cierto sentido
Que las palabras envuelvan cierta inclinación a la esperanza
Este impregnado cristianismo el que inevitablemente me abduce
Y siempre muere en la cruz perdonando lo que no tiene perdón

No es mucho lo que tengo que decir
Y siempre tengo algo que decir
Y lo mismo digo siempre
No he nombrado a Dios, no, ni tampoco al Amor, tampoco
No he dicho nada sagrado, nada filosófico, nada poético
Solo he dicho
Que a veces recorro la vida en un poema de contemplación
Que venga del futuro lo que ha cambiado hoy.