Mesíandades

Cada palabra habría que resignificarla para intentar aquello que se dice “lo que han hecho de nosotros” y finalmente aspirar aquello que, con estas misma palabras impuestas desde niños, “la emancipación definitiva”.
Lograr la compresión y la acción, como un profesional hace su menester, con el Ser en sí, en su grado humanidad, individualidad y si mismo.
Reinstalar y navegar en la nostalgia de la revolución, eso que jamás ha existido y que , al menos en la humillante e "incertera" angustia con que nos golpea la conciencia de la vida y la muerte, dar pie a la fantasía de la historia, la historia que nunca ocurrió, aquella necesaria para resignificar nuevas palabras, nuevos signos, otra mirada cegadora cuando se mira fijamente al Sol.
Para todo lo que significa basta la falta de aire para desvanecerla, basta la hambruna o la congelación de los órganos para hacer desaparecer esa mascara que fluye en la ociosidad, en la oscuridad de lo fantasioso a luz de la interpretación, la necia y pobre desesperación por olvidar, olvidar, olvidarse.

Que quieres, ¿derecho o justicia?
Es una manera de comenzar el día sin saber en que día terminará.