No digas adiós.

Las cosas están cambiando,
parece algo totalmente extraño,
ayer como siempre estabas hablándome,
y hoy me dejas preguntándome,
¿A dónde se ha ido el tiempo?
Estoy sola de cualquier forma,
creciendo y envejeciendo.

No digas adiós porque no quiero escucharte,
Quiero creer que esto no es el final,
Si vas a decir que te marchas...
mejor no digas nada.

¿Recuerdas aquel diciembre en el que celebrábamos tu cumpleaños?
Jurando que no cambiaríamos,
así pasaran los años,
desearía poder seguir escuchándote,
pero me dejas aquí preguntándome
¿tenemos que terminarlo?
¿podemos evitarlo?

Sabemos lo que tenemos que decir,
Pero simplemente no te quiero dejar ir.