Diosa
poema de Eusebio García-Gasco

Pondré el dedo en mi estela,
vieja ya de las singladuras.
Ensayaré mi voz de ultratumba
con curtidos ecos de sirenas.
Resonarán los cantos del fauno
por los tomillos y verdes ulagas
compases del galope del centauro
hasta hacer renacer las magias.
Oh diosa hermosa de mi olimpo
regresa donosa a la vieja carpa,
la estrella del limonero se alza.