Dos transeuntes

Cuando por la calle,
os veo crispados, con muecas enormes, y
tan distintos y mal acabados,
os sigo con la mirada, vuestras
piernas me interrumpen el paso,
cargáis bultos y comida
os detenéis por cualquier cosa
apenas os entretenéis
os paraís a vuestro agrado
y mantenéis la distancia
que os afirma que sois
y os pertenecéis.

No os conozco, apenas puedo contener la idea
de que solo os veo porque pululáis
y con un único propósito
habitar la calle tan oculta de vida

Aparto la mirada,
para cerciorarme de que sois frágiles e
inocuos. Y os volveré a ver sentados a mi mesa.
Solo conozco a dos paseantes
uno con su chaleco zurcido con rosas y claveles
y los pantalones con los bajos subidos
como un pescador nato
y un sombrero de paja.
Y ella con sus bastones para avivar el
paso, sonreíais sin agarraros de la mano
Sois como una falla Valenciana, tan bien puesta
y trabajada, que si arde se recuerda y si se salva
se deshace en la memoria