Reflexión personal o maneras de volver a casa

Soy fácil de amar
difícil de comprender.

No pido que me comprendan
ni yo misma lo puedo hacer.

Alegre
distante
violenta (a veces)
taciturna

Positiva en extremo (cuando hace falta)
negativa en extremo también
cuando me quiero
autodestruir

Invoco a la locura de mil maneras,
a veces, para hacerme feliz
y olvidarme una noche de la cordura
las copas y al otro día lamentarme por mi dolor de cabeza
pero no aburrirme de bailar y de reír

Y a veces me encapsulo, porque el mundo me parece
difuso, moderno al punto de no entenderlo,
violento por eso

hablas inconexas
gente que dice una cosa y quiere otra
o actua de otra manera
personas que se tratan con otros pronombres
pero a la vez se sienten identificado con ellos
Una crisis del lenguaje
de las palabras

Ya no saber si quiera cómo nombrarnos
porque hemos perdido todo
la identidad, la cara, el rostro
los gustos, el corazón
saber dónde ir
cuál es el camino….

¿Cuál es el camino?
Y la frase cliché del corazón...cuando ya ni siquiera sé si lo tengo,
no por ser mala o no tenerlo,
por la confusión de ser, estar, de pensar…

De este mundo que siempre señala la razón como lo más importante
he comenzado a escucharla y he sido existosa durante algunos años.
Exitosa? Sí, con el corazón partido, pero con plata y dos carreras en los bolsillos.

Eso es el éxito?
En qué minuto deje de escuchar a mi corazón?

Y en ese silencio impuesto...que le auto impuse
ya no sé dónde está…
no sé si aquí en mi pecho.

Ya no identifico muy bien el dolor de la rabia,
la pena de la alegría, saben parecido
por ambas he llorado y de alguna manera la pena para mí también suele tener algo de linda.

La felicidad lo es por esencia,
la pena es esa fea que nadie quiere ni encuentra bonita,
pero yo la acojo igual
porque en nuestra fragilidad, hay una dulzura
una belleza en ser débiles, tristes….aquello que nos es negado
y yo abrazo con tanto amor

porque aquello que nos negamos es a veces lo más tierno
lo más frágil
lo más humano

abrazo mi pena que me vuelve humana
y no un robot galáctico convertido en una máquina feliz 24/7

No soy una máquina,
aunque ya no ubique bien mi corazón…
siempre intento volver a ello

a la ruta que me lleve hasta él de vuelta
aunque me pierdo
y me pierdo,
muchas veces me pierdo,
pero siempre hay mil maneras de volver a casa.

Y en esos caminos
cuando lloro y me desespero,
me abrazaré
porque es un signo de ser humana
frágil, vulnerable, que no sabe todo…
que se perdió otra vez.

Pero ya me he perdido tantas veces,
una más...qué más da.

Ya sé que el camino a casa lo encontraré igual.