Instante

Nuestro sol es envuelto por las nubes
en el cielo infinito. Abre tus ojos.
Nadie se anima a morder la manzana
roja de los jardines del Edén.
En el ahora ya no existe Dios.
Sus suaves pies descalzos sobre el anden
sienten el frío implacable del ayer.
Por llegar, un siniestro amanecer
espera ansioso el paso de aquel tren.
Todas tus máscaras se desvanecen
y tu rostro sabe por fin quién es.
La eternidad es un instante feliz.