Caminata

Bueno, imaginemos ahora que caminamos juntos pero acompañándonos, sin seguirnos. Habrá notado usted aquí, si es observador al igual que yo, que hay personas que se siguen pero no se acompañan. Y resulta gracioso ya que, si el que esta detrás de repente quisiese hablarle a quien sigue, entablaría entonces una conversación con una nuca con pelos o quizás desnuda, y seria imposible, entonces, mirarse a los ojos. Ya que... Si voltea quien va delante, acabaría su nariz contra un palo de luz o quien sabe como. En cambio, si nos acompañáramos, mire que bello seria entonces poder observarnos, mirar así entonces el baile y la metamorfosis de su rostro o el mio al terminar en una carcajada por algún acontecimiento sucedido y empaparnos el rostro de humo. Por eso entonces, debe estar usted preparado para acompañar y jamas seguir.