POEMA: CARTA DE DESPEDIDA A UN AMOR

https://youtu.be/HddMDhaoG9w

ANDREA: Te quise hacer esta carta, y es que muchas veces quizá, te diste cuenta que tenía la mirada perdida, es porque, aunque estabas a mi lado te sentía ausente, te sentía distante. Solamente tu cuerpo era mi compañía, estabas sin estar, me besabas sin sentir, y tus manos estaban vacías cuando me acariciaban.
FAUSTO: Reconozco mi ausencia, han sido momentos difíciles, una mala racha, pero para ti, fue demasiado.
Te dolía verme ausente, muerto en vida, yo no sabía que me sucedía, la vida pasaba frente a mis ojos, y tus besos me sabían tan amargo.
ANDREA: Traté, te lo juro que traté, de aguantar la indiferencia y tu lejanía permanente, pero, no fui capaz.
FAUSTO: Ausente también te empecé a notar, podía desnudar tu cuerpo pero tu alma me era imposible, vivía un momento inefable. De mi lado te ibas, y yo no comprendía.

ANDREA: Mis lágrimas caían cada madrugada sobre mí almohada, y tu cuerpo inerte, sin alma, nunca escuchó mis sollozos.
FAUSTO: Mi alma estaba pereciendo, mi cuerpo mecánicamente estaba en movimiento, perdón amada mía, por nunca demostrarte cuanto te quería.
Aun recuerdo cuando tu belleza descomunal me tenía en un estado de serendipia, hechizado me tenía tu cuerpo y tu gran corazón.

ANDREA: Cuándo fue que dejaste de amarme?, cuándo fue que me resigne a no sentirme amada?.
No tienes ni idea cómo se fragmenta mí corazón con cada una de estas líneas, nunca podrás si quiera imaginar cómo se me desmorona el alma en cada letra.

FAUSTO: El dolor absurdo de aún amarte y tener que aceptar que hace mucho te fuiste sin cruzar la puerta, y yo, como una niña desprotegida, jugaba a acurrucarme entre tus brazos.

ANDREA: Cuándo fue que dejaste de amarme?, Cuándo tu cuerpo comenzó a jugar el papel de quererme?, mientras tu corazón y tu mente enloquecían en otra piel.
FAUSTONunca dejé de amarte, nunca dejé de adorarte. Pero adquirí consciencia, de que no se puede dar lo que no se tiene. No me amaba a mi mismo, estaba envuelto en mi egoísmo. Perdón por haberte lastimado.
Tu belleza es equiparable a una experiencia numinosa, simplemente eres toda una diosa. Esto que te digo ya no importa, pues se que estos sentimientos bajo tierra ahora reposan.

ANDREA: Yo, en mí espera dolorosa y casi auto impuesta, traté de amarnos por los dos, pero, la brecha que nos separaba cada vez era más grande, hasta que ayer, mientras jugabas a amarme, dijiste su nombre, entonces, el alma que poco a poco se fisuraba, por fin hizo crack (eso tampoco lo oíste), y fue cuando entendí que yo también tenía que irme, sin piedad, así como tú hace años ya lo habías hecho.
FAUSTO: Si algún día nos volvemos a encontrar, los sollozos no podré contener, para mi fuiste esa tremenda mujer, a la cual no le pude corresponder.
Si algún día usted me concede su perdón, mi alma podrá subir a todo vapor, dejando atrás el cuerpo inerte, y logrando mi salvación.