La mortalidad del poeta

poema de Sin Rostro

Poeta.
Loco.
Un soñador a medias que solo quiere vivir.
No le hagan callar, que grite hasta más no poder.
Déjenlo ahí, en aquél rincón, a ver si logra sentirse mejor.
Su delito es claro: Está enamorado. ¡Mátenlo!
Ha expirado, no pudo resistir.
Lo había perdido todo.
Jamás fue comprendido.
Cargó con sus secretos, amó en silencio.
Se enamoró del viento, del mar y la luna.
¿Era eso ilegal?
Él era diferente, y por ello juzgado.
Nunca supo decidir si era diurno o nocturno.
No podía expresarlo.
Se apodaba el enmascarado.
Pero tenía dos caras...
Se ha ido ahora, nunca se desnudó del alma.
Le pesaba el recuerdo, no entendía el porqué.
Todos ríen ahora. Se ha ido para no volver.
Los que le amaron ríen, los que le odiaron también.
Se ha ido un loco, un inmundo poeta soñador...