A mi Dios hermoso y mi esposo real

poema de San Brendano

Cariño, digo dulcemente
Él, me encierra entre sus piernas y sus dedos descansan en mi cabello
Luego, un beso apasionado
Y un más tarde que descanse en nuestros labios
Sueño con él y él conmigo
Cásate conmigo le vuelvo a decir
Él se ríe.
Y murmura un si quebrado
Él está herido
Y yo también
Yo, lo amo y el a mi...
Y eso basta para el fin del mundo
Y su apocalipsis