Athena, la Diosa Ojigarca

poema de San Brendano

Athena, musa
Ojigarca: «botubuliminica» en Palaos, desprecio de Apus sepultura. En Akenaton—«plomada botelemminigüe» en ciudades de Podesta, la Promakos existinguële. Athena, que la luz de Lucy, sermonee las estrellas.
(Pensativa, rescua, mente, ojigrises, de locos remedos, Argonauta, que rimas y enterezas mundos de alcurnia total) «Sempiterna, la iluminación del cayado de Zeus te dará inmortalidad. Aunque, simplona, danza como Salomé en las esquinas de Antipas, con tus pechos androginos, con tus curvas de algodón, con tu cabello gris, con tu melena lacia y tu piel blanquecina, lechosa y tus piernas de acero delgado.) Mí bella, antígona, demencial profana, Ptelomea, que el ave de Sarah Juana te haga conocer el fénix del escriba del Apocalipsis, es tu hermana y tu ley, son sus escritos y es Lucy, en el cosmos que gravita contigo, para dormir por siempre en la cueva de los Enfiseos. Dormita Ptelegümiñe, porqué Tiresias, elucubro sus ojos con parlamesia y Poseidón, sabiendo que no podías ensalzar la curva de los Amoreos y Amalecitas, triunfo Nicodemo en tus limpias orbes de vasto fulgor supremo. Sin embargo; normal, trampera, si tus mundos de Lapasänguë sollozan en tu mundillo genital las prostatas de los Geminianos deberá dar a Carmina Nostralus y la estrella Vegetal, donde vivimos, las siguientes constelaciones de Argorea: Alphanus Mintra, Ojelon Mantüa, Trapisleo Iüliüguia, en Argorea menor: Vermis Pūntuo, en Tollen, Argonęleida Cassio, en Munrôl, Troquemeida Passinous, en Lorelêi, Arkonata Perkinous y en Suple: Vernáculos Asidous.