Aquélla vez mentía

poema de Severino

Regla de oro,
Comportamiento pecaminoso.

Azufre y sal en tus pupilas veo.

Tus palabras más valiosas vacilan en un lenguaje desconocido.

Aléjate de mi, ya no te pertenezco.

Al escultor vuelvo.

Mis exclamaciones dichas sin pensar, refutó todo entendimiento.

Ahora, solo esperó, luz y sombra en proporción a mi actuar.

Cadena de plata en mi interior.