Poema 7

poema de Sergio96

Ya aprendí a mentirme todos los días.
Ya sé cómo despertar todas las mañanas;
cómo entretenerme en las tardes.
Pero aún no sé cómo quitarte de mi cabeza en las noches.

Puedo dibujarme una sonrisa en el rostro.
Pestañear, abrir y cerrar los ojos.
Aprendí a sonreír sin razón alguna;
aprendí a llorar en silencia, olvidé mi fortuna.

Dejé de pensarte por horas y horas.
Me senté en el sillón y oré por tantas cosas.
Me gritaba a mí mismo por el tiempo perdido;
peleaba conmigo por perder aquel sentido.

Felizmente los días se fueron rápido
y podía ver el atardecer,
recostarme y soñar otra vez
de aquella primera vez, en que amamos.

Breve y corto en mi cabeza
rápido y voraz en mis contiendas
lento y acelerado mi latido
fuerte el paso a tu castillo.

En verano, el cielo caía ante tus palabras;
sentía como mi cabeza reposaba en las nueves
mientras el sol acariciaba mis cabellos
y nuestras miradas se cruzaban sin consuelo.

Ahora todo aquello lo sufro en mis sueños,
mientras invades mis pesadillas.
Me alegran todas aquellas condenas,
púes aún vives en mis pensamientos.

Ahora he aquí, con un rostro nuevo y una sonrisa robada.
El tiempo ha apocado el color de mis cabellos.
La lluvia ha mojado mi triste sonata de invierno
y el sol decoloró todo sentido a mi esperanza.

Sergio Gómez Deza (:

Comentarios & Opiniones

Joelfortunato

Saludos. Escrito interesante, triste, con amplias descripciones de ese estado desdichado. Un gusto de lectura. Buena obra. Reciba usted mi amistad y respeto.

Critica: 
Sergio96

Muchas gracias amigo poeta. Saludos y abrazos.

Critica: