Te reclamo

Como el silencio tras el primer acto,
Rotundo y firme con pose magistral,
Se haya mi destino efímero y fugaz,
Aferrado a un clavo ardiente, quemando
Y convirtiendo en cenizas todo haz
De luz que se digna a iluminar
El camino que ante mi se halla.

Y a ti dios te reclamó,
Que me devuelvas cada rezo y cada llanto.
Que en la agonía de la noche alzé al cielo,
Esperando la mano que consuela.

Y a ti dios te reclamó,
Cada obra que te dediqué
Anhelando abrir las puertas
De tu reino de perdida paz.

Donde estaban tus legiones cuando pedí auxilio.
Donde las trompetas de tus ángeles,
Donde los pétalos de tu presencia,
Donde la cruz erguida para salvarme
Donde el manto de la madre.

A ti dios te reclamo, mis penas y mis llantos. A ti dios te devuelvo
Mis alabanzas y mis cantos.
No los quiero, no los proclamo.