aprieto mis manos sobre mis ojos,
y veo menos oscuridad que si miro el corazón de las personas.
un pueblo dividido entre ciegos y locos,
donde faltan las palabras y la violencia sobra.

se abre el telón y se apagan los focos,
el escenario está dispuesto a recibir la obra,
¡hágase la guerra! dijeron unos pocos,
que los perros recogerán las sobras.

el hermano mató mató a su hermano,
y el padre a su hijo.
el vecino que miraba tendió su mano,
pero fue para al malvado dar cobijo.

el amigo traicionó a su amigo,
a cambio de un par de monedas,
y a la hora de recibir el pago,
en vez de oro recibió cadenas.

un ladrón y un jornalero
caminaban por la misma acera,
uno ”representaba al pueblo“
otro araba la tierra.

se marchitaron las flores,
el agua se convirtió en veneno
en agosto caían copos,
y el sol se encendió en enero.

el mundo se volvió loco.
y para vivir quemó quemó el mundo
y el mundo al verse tan roto
prefirió morir para que también muramos nosotros.