MI NUEVO TRABAJO XXIII

CASI UN AÑO
Historias de Betania 2008 al 2013

¡Como ha pasado el tiempo! el 19 de diciembre cumplo un año en este trabajo. Quien lo diria, han pasado tantas cosas; y pensar que a la primera semana ya me queria ir, pero bueno, que cosas puedo rescatar de mi paso por Betania, el hogar de ancianos, les cuento:

La etapa de la vejez es muy dura, si alguien quiere trabajar en esto, debe tener vocación de servicio, mucho amor y una infinita paciencia, si no reune esas cualidades, mejor dediquese a otra cosa, porque estos requisitos son fundamentales, no solo para la persona que trabaja, también para los residentes del hogar.

En la parte emocional, es una inmensa carga, si bien es cierto en lo personal soy una mujer muy afectuosa, cariñosa, muy de piel, de tocar y arrullar, es de familia mi madre es así, y por ende, mis hermanos y yo.

Y bueno mi recorrido cada mañana es abrazar y besuquear a cuanto abuelo veo en mi camino hasta llegar a la lavandería, que es el lugar donde me desenvuelvo.
Llevo la sonrisa siempre a flor de labios, es increíble, como cambia sus rostros algo tan simple y el placer que se siente al recibir de vuelta una mueca de agrado.

La parte triste que me afecta hasta el día de hoy es la partida de muchos de ellos, en especial de Adriana, una abuela de otro planeta, un lugar en el que me permitió entrar y vivir unos meses en ese su mundo del alzheimer , reíamos hasta llorar, recordarla hace mis ojos de cristal, debo reconocer que no hay otra como ella, a excepción de Elisa, que podríamos decir que eran comadres, pues, reíamos juntas, la verdad trato de no allegarme mucho para no sufrir tanto como me sucedió con Adriana, eso no quiere decir que no la quiera.
La verdad es que tengo mucho trabajo, y el tiempo se me pasa volando, son casi setenta abuelos, y vaya que sale ropa uf! Por suerte una de las abuelas me esta ayudando en las costuras, es un alivio.

Hace algunos días descubrí que Adelaida, no sabe leer y le estoy enseñando, se sumo Bernardo, un abuelo muy especial, siempre se veía triste, lo invite y acepto, ahora veo un destello diferente en su mirada hay dulzura en su rostro, y a pesar de actitudes de algunas compañeras de trabajo, que piensan cualquier cosa, y hablan entre dientes cuando paso con ellos, tratando de menospreciar su esfuerzo y el mío, prosigo adelante, ellas no saben el placer que se siente, la alegría de verlos motivados, claro, les cuesta pero ya conocen la " A " y eso uh!, se siente tan bien, y no hay ningún esfuerzo en su rostro por una sonrisa le sale natural, como si fuera parte de su día a día, eso me pone feliz, y me siento pagada, nada me importa mas que verlos contentos, por sus logros..

Tengo historia con todos he aprendido tanto, no puedo entender como es que muchos de ellos estén tan solos, en fin la vida es así, por lo pronto, seguiré aprendiendo y compartiendo, con estos viejitos que son como niños, y hay de todo, cariñosos, cantores, poetas, caprichosos, peleadores, enojones, ha! pero ninguno se resiste a mis arrumacos ja, ja, ja...